El pasado domingo en este medio el Subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Edelstein Silber, presentó sus descargos respecto al rol que la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas juega en el otorgamiento de concesiones marítimas, uno de los permisos más lentos y engorrosos de la ruta crítica de varios proyectos de inversión en Chile.
En ella, la autoridad señala que la información incluida en el informe “Permisos para crecer” del Centro de Estudios Horizontal, que cita un informe que preparamos como Pivotes, incluye “datos metodológicamente erróneos”. Vamos uno por uno revisando los descargos del subsecretario para determinar si tienen asidero.
El dato “incorrecto” sería el del número total de 77 concesiones marítimas otorgadas el año 2024, por cuanto el número final sería de 138 solicitudes otorgadas durante todo el año recién pasado. Una correcta lectura de nuestro informe muestra que, al dar cuenta de la cifra total de concesiones aprobadas, se señala expresamente que considera “hasta el día 11 de noviembre del año 2024”.
Resulta claro, entonces, que lo informado en ningún caso es “metodológicamente incorrecto”, sino que da cuenta del momento en que se solicitó la información. Agrega que debimos “hacer una nueva consulta en enero de 2025”; sin embargo, el momento elegido para realizar esta investigación fue aquel en que la institución se congratulaba en distintos medios de comunicación por “la mejor producción en 6 años”, con un “gran impacto en la economía y la infraestructura del país”, como se señala en el referido informe.
¿Cambian las conclusiones del informe con esta nueva cifra que informa el subsecretario?
Lo primero que es necesario señalar es que este debate sería mucho más simple si toda la información respecto a estos trámites estuviera disponible en el sitio web de la subsecretaría, de forma fácil y transparente.
En segundo lugar, si consideramos las 138 solicitudes aprobadas durante el año 2024, e incluso situándonos en el escenario hipotético y altamente improbable que todos los trámites finalizados desde la fecha que comprende nuestro informe hubieran sido solicitudes otorgadas (sin rechazos ni desistimientos), seguiríamos en niveles bajos de aprobaciones totales comparados con años anteriores.
De hecho, poniéndonos en este escenario conservador, el año pasado hubo menos solicitudes de concesiones marítimas aprobadas que rechazadas, algo que se dio por primera vez en la historia el año 2023, y se repitió el año siguiente. El número total de aprobaciones es similar al promedio de los últimos años, pese al aumento exponencial de solicitudes finalizadas, y el porcentaje de solicitudes aprobadas respecto del total tramitado llegó el 2024 a su mínimo histórico.
Finalmente, la cifra actualizada no modifica en nada la principal conclusión del informe de Pivotes: el alto número de tramitaciones finalizadas se explica casi exclusivamente por el aumento exponencial de solicitudes desistidas por parte de los solicitantes. Esta forma de concluir tramitaciones era marginal hasta 2022, subió a 77 en 2023 y luego a más de 700 el año recién pasado.
Informar sobre esto contribuye al debate público. En ningún caso se busca “quitar mérito” al trabajo que ha realizado la Subsecretaría, tampoco “desestimar la importancia” de ese trabajo, como señala la autoridad.
Efectivamente, finalizar más solicitudes es algo positivo, sin embargo, estos datos no permiten sostener, como lo hizo la institución en medios de prensa, que estamos ante un “gran impacto en la economía y la infraestructura del país”. Tampoco permiten insinuar una gran productividad incorporada a este trámite. Más bien dan cuenta de un esfuerzo relevante, pero modesto, por hacerse cargo del stock acumulado en años de plazos incumplidos por esta, y también por otras administraciones.
El trámite de las concesiones marítimas es fundamental para la reactivación de la inversión en Chile. Buena parte de los proyectos más relevantes para la economía nacional requieren del uso del borde costero. A pesar de esto, todavía son muchos los problemas que enfrenta este tipo de procesos, y más nos alejamos de abordarlos si la autoridad a cargo es autocomplaciente en el diagnóstico.
Pivotes seguirá contribuyendo a este y a otros debates de política pública de forma seria, rigurosa y sistemática, incomode a quien incomode.