"Me encontré con gente asquerosa": la confesión de Carmina Riego sobre su paso por teleseries de TVN

Probablemente, uno de los papeles más recordados de Carmina Riego es el de Esmeralda Peralta de la teleserie ‘Amores de Mercado’ de TVN, emitida en 2001. Sin embargo, en dicha estación participó en al menos 9 producciones, completando cerca de una década dentro del canal nacional.

Actualmente, la actriz es parte de Mega, adonde llegó gracias al remake de ‘Nueva amores de mercado’ e interpreta a Mónica Peralta, la mayor de las hermanas. Fue en este contexto que la artista relató cómo fue su paso por las teleseries y cómo sus prejuicios se cumplieron.

En el podcast ‘Reyes del Drama’, la artista reveló: “Tenía prejuicios de que la gente era media mala. Envidias, mucha competitividad. En esa época TVN era el top de las teleseries. No hay nada más rudo que el negocio del entretenimiento. Entonces ahí sucedían cosas. Cosas buenas y cosas terribles“, reconoció.

“A mí me daba miedo, yo pasé muchos años de miedo haciendo teleseries”, admitió. El desconocer cómo era vista desde fuera de la industria también complicó su paso por el canal, pues no entendía si también era parte del éxito.

Esto llevó otra fuerte revelación de Carmina Riego, esta vez sobre el ambiente que se daba en la interna.

“Me costó mucho encontrar mi espacio, el sentirme cómoda como persona, sin perjuicio de que me encontré con gente súper amorosa, tengo amigos y gente súper solidaria y buena onda, pero también con gente asquerosa“, lanzó.

Lo que se veía reflejado en cómo se manejaba el poder dentro del set de grabación: “Había totalmente un trato de objeto sexual, primaba y era más interesante e importante. En el ambiente se respiraba como una cosa muy sexuada, de sexo y poder“.

“Eso pasaba porque te visualizaban como un objeto de placer sexual, y ahí los que cortaban el queque eran hombres y con ellos tenías que congraciarte o no, pero ellos eran como el referente de todo”, aseveró la actriz.

Y esto llevaba a que: “Todos se sentían con el derecho de tocarte un poco, o de mirarte de lejos, y decir ‘ay qué rica’, o ‘que fea’ o ‘qué vieja’, por una o por otra, eras un objeto”, expuso Carmina Riego.